Las 6 zonas erógenas que todavía no conoces

Muchos de nosotros creemos conocer a la perfección cada una de las zonas erógenas del cuerpo de una mujer y de un hombre, sin embargo, todavía nos falta mucho por aprender. Nuestras zonas erógenas van más allá de los testículos, el clítoris, los pechos y el misterioso punto G. Estimulado correctamente, todo nuestro cuerpo puede convertirse en un torrente de sensaciones pero existen ciertas zonas con una alta concentración de terminaciones nerviosas que son las culpables de alcanzar el placer absoluto.

Si quieres convertirte en un buen amante has de conocer las zonas erógenas más populares y también las más misteriosas de tu pareja para poder estimularlas correctamente. ¿Quieres saber cuáles son las zonas erógenas más placenteras que probablemente todavía no conoces?

1. Las rodillas y los codos

Una de las zonas erógenas que muchos hombres y mujeres pasan por alto es la parte trasera de las rodillas y los codos. En esta zona la piel es muy sensible ya que por ella circulan un gran número de vasos sanguíneos, por lo que una simple caricia con las yemas de los dedos proporciona un cosquilleo muy placentero. ¿Te atreves a probarlo?

2. Los lóbulos de las orejas

Parece mentira pero un simple beso o mordisco en el lóbulo de la oreja puede ser uno de los mayores placeres del mundo. Si quieres excitar a tu pareja puedes comenzar a besarle el cuello para terminar en el lóbulo de la oreja. Intercala los susurros con besos y mordiscos más atrevidos, se volverá loco/a de placer.

3. La zona lumbar

La espalda es otra de las zonas erógenas que probablemente no conocías hasta hoy. Puedes acariciarla suavemente y detenerte en la zona lumbar, besándola y rozándola con la yema de tus dedos. Esta es una zona muy sensible sobre todo para las mujeres así que no te olvides de potenciarla. Además, puedes elevar esta zona colocando una almohada o un cojín debajo mejorando el ángulo para una penetración profunda.

4. Las muñecas

Las manos y las muñecas tanto de un hombre como de una mujer son unas importantes zonas erógenas. Puedes probar a inmovilizar a tu pareja de las muñecas atándola a la cama o agarrarla para hacer que se sienta atrapada. Esta es una buena manera de jugar y probar nuevas experiencias en la cama y la mejor manera de iniciarte en el BDSM y el bondage.

5. Los pies

Al igual que en las rodillas, en los pies contamos con un gran número de terminaciones nerviosas conectadas directamente con todo nuestro cuerpo. Puedes comenzar los preliminares con un masaje en los pies con un aceite aromático, sin duda será una experiencia relajante y muy erótica.

6. Los muslos internos

Por su cercanía con nuestras partes íntimas, los muslos internos son un torrente de excitación que muchas veces pasamos por alto centrándonos directamente en las zonas sexuales. Unas caricias o unos besos en la parte interna de los muslos que van subiendo hasta la entrepierna es la antesala del clímax. Para poner a tono a tu pareja nada mejor como hacerle imaginar todo lo que vendrá después.