¿Eres bueno en la cama? Las claves para ser el mejor amante

Ser bueno en la cama es algo muy relativo. Para gustos los colores y, en este caso, las prácticas sexuales. Están los que disfrutan más de un sexo salvaje, espontáneo y rápido y otros que buscan una conexión lenta, apasionada pero sin prisas. Y todo ello sin mencionar a los practicantes del sexo sumiso, el exhibicionismo y demás fetichismos.

Cada experiencia sexual es única e irrepetible. A veces satisfacemos nuestros deseos y otras no, pero no está tan relacionado con el buen o mal sexo sino con la conexión con nuestro amante. Ser un gran amante está más relacionado con poseer ciertas habilidades que estar bien dotado. La buena noticia es que se puede aprender a ser mejor en la cama y aquí te dejamos las características de un gran amante.

Saber escuchar

Ser empático y saber escuchar son dos de las claves más fundamentales de un buen amante. Cuando hablamos de escuchar no solo nos referimos a preguntarle a nuestra pareja qué le gusta o prefiere que le hagamos sino escuchar lo que trata de decirnos su cuerpo. La respiración acelerada, una sonrisa pícara, ese modo en el que se eriza la piel… Nuestro cuerpo cobra vida durante el sexo y si queremos ser buenos amantes tenemos que aprender a interpretar las cosas que le gustan y las que no sin necesidad de pronunciar ninguna palabra.

Tener confianza

La inseguridad es el punto débil de cualquier amante, hombres y mujeres. Lo importante para ser el mejor amante es creer que puedes serlo o que ya lo eres. Desenvolverte con soltura y seguridad entre las sábanas, disfrutando de la experiencia y del camino sin obsesionarse por si lo está haciendo bien, si está dando la talla o llegará o no al orgasmo.

Loco y espontáneo

La espontaneidad y un poco de locura son necesarias para convertirte en el mejor amante. Si quieres ser bueno en la cama has de dejarte llevar y no tener miedo a probar cosas nuevas, bien sean posturas, juguetes, prácticas… Ser creativo y sacar tu lado más loco conseguirá sorprender a tu pareja además de ser la mejor manera para salir de la rutina.

Un buen sentido del humor

Los momentos algo embarazosos son comunes en cualquier experiencia sexual y la risa es el mejor modo de desdramatizar este tipo de situaciones. Al reírse en la cama se consigue una mayor compenetración entre los amantes que les ayudará a ambos a conectar más profundamente durante el sexo.

Perder la noción del tiempo y el espacio

Cuando se está disfrutando del sexo plenamente todo lo que hay alrededor desaparece. No sabes si ha durando 10 minutos o una hora entera, te da igual que haya una mancha en la pared. Estás en conexión con tu cuerpo y dejas de pensar. Para ser el mejor amante has de centrarte solo en el sexo y perder la noción de todo lo demás.

Ser atento y apasionado al mismo tiempo

El truco para ser un buen amante es pensar en nuestra pareja en todo momento, cuidarla, mimarla, besarla y acariciarla pensando siempre en cómo puede disfrutar más. Pero todo ello sin olvidarte de la pasión y el deseo. Un buen amante no tiene miedo a expresar lo que desea y a cogerlo. Recuerda que ser intenso y pasional es más importante que los centímetros de tu miembro.