Sexo sin compromiso

Tipos de sexo para no aburrirse

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Hacer el amor está bien. A todos nos gusta, disfrutamos, nos relaja y, además, nos divierte. El sexo es algo natural y practicar sexo es casi una necesidad. Sin embargo, de vez en cuando conviene salir un poco de la rutina, escaparnos de la monotonía y probar cosas nuevas y atrevidas. Hacer el amor está muy bien, pero explorar el sexo en todas sus formas, está mejor. De vez en cuando está muy bien alejarse un poco de la monotonía y disfrutar de los diferentes tipos de sexo. Solo de esta forma evitaremos aburrirnos.

Innovar, probar cosas nuevas y disfrutar del sexo es una forma diferente de disfrutar y vivir el sexo. Probar diferentes tipos de sexo hará que tus encuentros sexuales siempre resulten excitantes y divertidos. Solo de esta forma mantendrás la llama viva durante mucho tiempo. Para que disfrutes del sexo de esta forma, hoy queremos compartir contigo 5 tipos de sexo a los que puedes recurrir cuando te agobia la rutina. Hoy compartimos contigo, varios tipos de prácitcas que puedes usar cuando quieras salir de las prácticas cotidianas.

¿Vamos?

Tipos de sexo que puedes practicar para escapar de la rutina

Sexo sensual

Este es un tipo de sexo que puedes practicar cuando tengas tiempo, ya que no puedes hacerlo con prisas. Lo que se pretende lograr con este tipo de sexo es que la relación dure más, buscas el orgasmo solo que no debes tener prisa por llegar. De hecho cuánto más tardes en hacerlo mejor. Para que este tipo de sexo funcione deberás respetar el tiempo de tu pareja, tendrás que conocer y adaptarte a sus ritmos y tratar de llegar al orgasmo al mismo tiempo.

Para que esto funcione deberás tener muy claro cómo llega tu pareja al orgasmo, por lo que quizá necesites algo de tiempo. Te aseguro que, si lo haces bien, habrá valido la pena la espera.

Polvo rápido

Lo que se conoce mundialmente como «aquí te pillo, aquí te mato». Es algo que viene un abrir y cerrar de ojos. Normalmente, sin pensárselo mucho. Se trata de un tipo de sexuo casual y espontáneo. Es rápido, duro e intenso, cuando termines tendrás las piernas como gelatina y hasta es posible que lleves toda la ropa puesta. Si tu pareja opta por este tipo de sexo, deberías sentirte halagada, ya que significa que no aguanta más las ganas de tenerte.

Masturbación

No estamos hablando de lo que hacemos cuando estamos solos en nuestra habitación. ¡Qué va! Lo que queremos decir es que cambies tu actividad sexual habitual, por una masturbación en pareja. No hay nada que excite y conecte más a una pareja que ver a la mujer masturbarse antes de la penetración, la reacción de él será inimaginable.

Además, una sesión de sexo que se base en la masturbación puede ser igual de placentera que una de sexo tradicional. En algunas ocasiones, incluso más, ya que en la masturbación se pueden introducir juegos y juguetes, para disfrutar y divertirse.

Sexo salvaje

Cuando hablamos de sexo salvaje nos referimos exactamente a eso. En el sexo salvaje vale todo: ruidos, gemidos, gritos… Hay que soltarse y darlo todo. Tienes que disfrutar a tope del sexo y lograr que la otra persona participe, tienes que llevarla al máximo nivel de excitación y lograr que los dos juntos encontréis el punto de mayor placer.

Puedes comenzar en cualquier punto de la casa. Es lo que se conoce como «empotrar», la penetración llegará sin previo aviso y será realmente placentera. Este tipo de relaciones, como ya hemos dicho, se benefician mucho de los gritos y de los gemidos… Cuanto más altos, mejor.

Dominación

Es un poco más complicado de lo que parece. pero si quieres salir de la rutina, este tipo de sexo puede ser tu salvación. La dominación funciona para las dos partes; puedes dominar y ser dominado. A muchos hombres les gusta ser dominados y muchas mujeres disfrutan de la sensación de poder de la dominación. Sea como sea, es una buena forma de practicar sexo diferente.

En fin, si te decides por la dominación toma las riendas de la situación y divértete un poco. No tengas piedad porque lo va a disfrutar igual que tú. No tengas vergüenza y suéltate. Aunque, ¡ojo! Tampoco te pases de la raya y arruines la sesión de sexo haciendo algo que le pueda hacer daño. Vigila siempre los límites.

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