Erotismo

Técnica Edging o cómo controlar el orgasmo

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¿Te gustaría tener orgasmos más placenteros y mucho más intensos? A veces, el secreto para disfrutar plenamente de un encuentro sexual es retrasar el momento del clímax todo lo posible. Esto es precisamente lo que propone el método Edging. Gracias a esta técnica aprenderás a controlar tus orgasmos consiguiendo unas relaciones más duraderas y placenteras, además de que también es el método perfecto para añadir un poco de picante a vuestros encuentros. En este artículo te explicamos todo lo que tienes que saber de la técnica Edging.

¿Qué es Edging?

El nombre lo dice todo. Edging proviene del inglés y significa límite (edge) o borde y como verbo, avanzar lentamente. Por tanto, lo que propone esta técnica es alcanzar al punto máximo de excitación donde comienza el orgasmo pero sin llegar a él y mucho menos, terminarlo. Se trata de situarnos justo en las puertas de no retorno, frenar el orgasmo y recuperar la excitación desde los niveles más bajos avanzando lentamente hasta el orgasmo. De esta manera, retrasamos el clímax todo lo posible e incrementamos las ganas y la excitación. Lo que se traduce en orgasmos mucho más placenteros y apasionados.

Cómo controlar el orgasmo

El control del orgasmo en el edging puede producirse tanto a solas como en pareja, y existen diversas técnicas dependiendo de si se trata de frenar el orgasmo masculino o el femenino o si es durante la masturbación o el coito. Estos son algunos pequeños trucos para controlar el orgasmo dependiendo de la situación:

Control del orgasmo masculino

La técnica más popular para controlar el orgasmo masculino durante la masturbación es la conocida como “apretón” y, como su propio nombre indica, consiste en apretar la base del pene sobre el escroto cuando se siente el deseo de eyacular. Al hacerlo es aconsejable frenar cualquier tipo de estimulación y excitación para que el deseo desaparezca y así no volver enseguida al punto de no retorno.

Esta misma técnica del apretón se puede aplicar también durante el coito pero de una manera progresiva. Por ejemplo, las primeras veces se retira el pene cuando se realiza el apretón y después se vuelve a introducir en la vagina lentamente sin embestir al principio para calcular nuevas sensaciones. Este proceso se repite tantas veces como se desee y así, una vez se alcance el orgasmo será mucho más intenso. En el momento en el que dominéis la técnica podéis realizar el control del orgasmo masculino sin necesidad de retirar el pene en el momento del apretón.

Control del orgasmo femenino

Algunas mujeres se preguntarán por qué es necesario controlar sus orgasmos cuando pueden reproducirlos de manera constante y múltiple. Pues bien, la razón no es otra que llegar a conocer mejor el cuerpo y aprender cómo funciona para poder dominar las sensaciones y alcanzar el orgasmo cómo y cuándo se desee.

La mejor técnica de edging para controlar el orgasmo femenino durante la masturbación depende de cuál sea la forma más sencilla de estimulación con la que alcancemos el clímax. Por ejemplo, si se trata de una estimulación del clítoris lo mejor es frenar y cambiar la estimulación a una vaginal introduciendo los dedos y masajeando el Punto G, y viceversa si la excitación es interna. El secreto está en variar de dirección o cambiar el ritmo. Por ejemplo, si os estabais masturbando de izquierda a derecha, hacedlo de arriba a abajo, o si estabais usando un vibrador cambiad la intensidad o el modo de vibración.

Respecto al coito, es bastante común que una mujer pueda controlar el orgasmo pero no tanto ese momento de fogosidad permanente sin alcanzar el clímax. Para ello, se recomienda presionar el clítoris con la yema del dedo o pellizcarse los pezones durante la penetración.

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