6 posturas para tener sexo en la ducha y no morir en el intento

Una buena ducha siempre es mejor cuando la compartes. Sin lugar a dudas la ducha es uno de los lugares más sensuales donde practicar sexo. El agua caliente recorriendo vuestros cuerpos y el jabón hace que la libido suba de inmediato. Sin embargo, aunque a todos nos encanta hacerlo en la ducha, a la hora de la verdad no es tan cómodo ni sencillo como creíamos en un principio.

¿Cuántas veces habéis intentado hacer el amor en la ducha y no habéis disfrutado plenamente? El truco para que una sesión de sexo bajo el agua sea lo más placentera posible es elegir una buena postura que os haga sentir cómodos en todo momento. Después solo tenéis que dejar que el agua haga su función. Si estás pensando en practicar sexo en la ducha, toma buena nota de las posturas sexuales más recomendadas.

1. A pulso

Esta postura es el gran clásico para hacerlo en la ducha. Estamos cansados de verla en las películas pero a veces cuando intentamos hacerla no es la que nos resulta más cómoda. En esta posición ella entrelaza sus piernas sobre la cintura de él mientras el hombre ha de sujetar todo su peso. Esta postura requiere de fuerza y equilibrio pero si la conseguís el placer estará asegurado, ya que es perfecta para una penetración profunda.

2. El lobo

El lobo es otra de las posturas más típicas para practicar sexo en la ducha gracias a su comodidad y placer. En ella, los dos se mantienen de pie, la mujer dándole la espalda a él. Ella puede elevar un poco la pierna para introducir mejor el pene y disfrutar al máximo. Para esta postura también será imprescindible mantener bien el equilibrio, especialmente cuando ella se sujeta solo de una pierna.

3. El perrito

Una postura mucho más segura para mantener relaciones en la ducha es el perrito, sobre todo si hay espacio suficiente, como por ejemplo en una bañera. Para los pocos que todavía no la hayan practicado, consiste en que la mujer está de rodillas a cuatro patas y el hombre empuja por detrás.

4. Contra la pared

Hacerlo contra la pared puede ser una buena alternativa para aquellas personas que no tengan la fuerza o el equilibrio suficiente para hacerlo a pulso o para practicar la postura del lobo. Esta posición sería similar a la de a pulso con la diferencia de que el hombre no tendría que sujetar todo el peso de la mujer, ya que en este caso ella se apoya en la pared con las piernas cruzadas sobre la cintura del hombre, mientras él la penetra. Puede ser una postura más sencilla e igual de placentera pues también logra una penetración profunda. Además, es una de las preferidas de muchas mujeres a las que les excita este empotramiento.

5. Sentados

Si buscáis comodidad, quizá hacerlo sentados puede ser la mejor opción para tener sexo en la ducha. Para realizar esta postura es imprescindible un taburete o un lugar donde el hombre pueda sentarse, entonces ella se sentará sobre él. A decir verdad, esta postura puede practicarse en cualquier tipo de asiento, quizá en el muro de la bañera… ¡queda a vuestra imaginación!

6. Arrodillados

Esta postura es probablemente una de las más seguras de todas puesto que no requiere mantener el equilibrio. Para realizarla os tenéis que poner los dos de rodillas y entrecruzar las piernas. Lo mejor de todo es que las manos quedan libres para estimularos como más os guste y que fomenta los besos y los abrazos. Si sois flexibles, podéis alternarla con la posición de cruzados para conseguir una mayor penetración.