Erotismo
Squirting: cómo alcanzar el placer femenino en 6 pasos
A día de hoy son pocos los que no han oído hablar del squirting y es que en los últimos años esta práctica sexual ha conseguido una gran popularidad. Los hombres quieren provocarlo y las mujeres quieren sentirlo pero a pesar de todo ello, algunos tienden a confundir el squirting con la eyaculación femenina. Para que nos entendamos, el squirting se basa en la práctica que implica la expulsión de líquido por la uretra de la mujer de una manera exagerada, provocando un chorro intenso. Esta es la principal diferencia con la eyaculación femenina que no suele expulsar tal cantidad de líquido ni tampoco es tan potente.
Además, el placer que produce el squirting también es diferente y mayor, y aunque a veces pueda producirse de manera espontánea es importante tener en cuenta una serie de indicaciones para saber exactamente dónde tocar y cómo hacerlo para alcanzar esta sensación de placer-dolor tan deseada. Estos son los pasos básicos para provocar un squirting.
PASO 1: Boca arriba
Bien lo practiques por tu cuenta o en pareja, la posición corporal es fundamental para conseguir esta práctica. La más recomendada es tumbada boca arriba y con las piernas bien abiertas. Eso sí, es más fácil lograrlo si lo estimula otra persona.
PASO 2: Estimulación del clítoris
Antes de entrar en materia una clase de anatomía básica de las zonas genitales de la mujer. Para llegar al squirt es fundamental estimular el punto G de la mujer que está situado a unos 3 o 5 centímetros en el interior de la vagina. Lo que muchos no saben es que el clítoris también cuenta con estimulaciones internas ya que sus raíces se extienden hasta 8 centímetros por el interior de la vagina hasta contactar con el punto G, situado justo detrás del hueso púbico.
Por todo ello, el primer paso para alcanzar el squirting es excitar a la mujer es una estimulación del clítoris a nivel externo para que así el Punto G sea más palpable a nivel interno y se note una mayor rugosidad. Además, muchas mujeres necesitan esta estimulación combinada de clítoris y punto G para llegar al squirt.
PASO 3: Encontrar el Punto G
Una vez compruebes que la mujer está lo suficientemente excitada, introduce el dedo corazón y el índice en el interior de la vagina con la palma de la mano mirando hacia arriba. No es necesario que los introduzcas completamente porque, como hemos mencionado, el punto G se encuentra a unos pocos centímetros. No tengas prisa y asegúrate bien que es el Punto G, lo localizarás cuando encuentres una pared más rugosa de las demás.
Paso 4: Masajear el Punto G
El siguiente paso es cómo estimular el tan ansiado Punto G hasta lograr que se hinche un poco. Lo mejor es realizar movimientos circulares sobre él, intercalando la presión de más fuerte a más ligera, con toques más rápidos y lentos y siempre empujando hacia el hueso púbico.
Paso 5: Ejercicios de Kegel
Para llegar al squirting es recomendable combinar la estimulación en el Punto G con los ejercicios de Kegel que se basan en levantar las caderas, contraer las nalgas y los músculos de la vagina y la uretra de manera intermitente, que son los que ayudan a llegar al orgasmo. A pesar de ello, es importante que la mujer se relaje y no se obsesione ni por estos movimientos ni por llegar al squirt.
Paso 6: Punto G + Clítoris
Para finalizar, estimula de nuevo el clítoris sin dejar de lado los ejercicios de Kegel ni la presión en el Punto G. Puedes hacerlo directamente sobre él o de manera indirecta sobre los labios mayores. También puedes estimularlo de manera oral a través del cunnilingus. Todo depende de con cuál se sienta más cómodo el hombre y con cuál se excite más la mujer.
Si a pesar de seguir al pie de la letra todos los pasos no conseguís llegar al squirting no os desaniméis. Se requiere mucha práctica y ejercitar los músculos para poder lograrlo. Lo importante es disfrutar del camino y el sexo sin obsesionarse con el resultado.