El beso de Singapur: Aprende a hacerlo paso a paso

Cuando hablamos de sexo siempre queremos más. Nos convertimos en seres ambiciosos sedientos de más placer, más tamaño, más intensidad… Tanto que nos decidimos a innovar con las posturas y técnicas sexuales más novedosas del momento, olvidándonos de que para disfrutar de verdad del sexo no son necesarias las posturas imposibles, los juguetes sexuales ni el porno. ¿Acaso habéis olvidado quiénes disfrutaban más del sexo?

Precisamente por esta razón, te traemos una de las técnicas más antiguas para alcanzar increíbles orgasmos. ¿Quieres disfrutar de un placer épico? Es el momento de que descubras en qué consiste el beso de Singapur.

¿Qué es el Beso de Singapur o Pompoir?

El beso de Singapur, conocido también como pompoir o kabazza (en árabe) es una técnica sexual que cuenta con por lo menos 3.000 años de práctica ya que aparecía en libros tántricos más conocidos y que consiste en que la mujer utilice su vagina para estimular el pene del hombre generando una sensación similar a la del sexo oral. Por lo tanto, se trata de realizar unos movimientos similares a los de succión.

Sí, chicas, en un principio no parece una técnica muy sencilla de hacer, y es que requiere de cierto entrenamiento del músculo pubocoxígeo, que es el que se encarga de estimular el pene. Para algunas mujeres es una técnica un tanto complicada pero otras son capaces de realizarlo casi de manera natural. Por eso la mejor manera de averiguar si podéis conseguirlo es ¡poniéndolo en práctica!

Antes que nada, si quieres poner en práctica el beso de Singapur es muy importante ejercitar el músculo con algunos ejercicios propios para fortalecer el suelo pélvico, llamados también ejercicios de Kegel. Para saber cuál es ese músculo, prueba a detenerte un segundo mientras estás orinando, es el músculo que nos permite hacer eso.

El Beso de Singapur paso a paso

Hay muchas formas de realizar el beso de Singapur pero a continuación te dejamos un técnica para alcanzar un orgasmo épico paso a paso.

PASO 1: El hombre permanece boca arriba y la mujer sobre él a horcajadas. De esta manera la mujer puede controlar totalmente el ritmo, siendo ella la principal protagonista y él totalmente pasivo.

PASO 2: Introduce el pene dentro de la vagina. Es importante saber que cuanto mayor sea el grosor del pene, más fácil será alcanzar el placer con esta técnica.

PASO 3: No debéis mover las caderas. A veces tendemos a mover nuestras caderas buscando una mayor excitación pero es fundamental mantenerlas quietas para lograr el beso de Singapur. No obstante, sí que podéis estimularos usando vuestras manos o a través del contacto visual.

PASO 4: Aquí es precisamente donde empieza a entrar en acción ese músculo del que hablábamos. Es importante que la vagina se encuentre dilatada y humedecida para poder realizar estos movimientos con libertad y la máxima profundidad. Para realizar el beso de Singapur pon en práctica los ejercicios de contracción del músculo hacia dentro, después de haber fortalecido la musculatura con los ejercicios de Kegel.

No te preocupes si no lográis esta sensación la primera vez que lo intentáis, recuerda que es un ejercicio que requiere de práctica y entrenamiento, pero el placer que produce merece la pena.